A Jorge García Fernández, director ejecutivo de la fabricante de toallas Hilasal, quien tiene un asiento permanente en las sesiones del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), le resulta más fácil hablar del panorma económico nacional que de su propia empresa.
Por más que intentamos conocer cuál es la situación actual de Hilasal, (el viernes la empresa solicitó un periodo de gracia a sus acreedores para el pago de su deuda), García Fernández se salió por la tangente con el pretexto de que la firma cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores y eso lo obliga a ser cuidadoso con la información a la prensa.
Con su estilo campechano, este empresario oriundo de la ciudad de México, pero tapatío por adopción, prefirió hablar de los destinos turísticos mexicanos donde el clima económico está muy nublado.
Durante una pausa en la sesión del miércoles, cuando recibireron la visita del candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara, García Fernández cotorreó un rato con los periodistas sobre la única cosa buena de la crisis económica; "ya bajó ahora sí el contrabando de productos chinos", dijo este acérrimo enemigo de la competencia desleal.
En otro tema, lamentó que Puerto Vallarta, un lugar donde la gente podía salir a pasear de día o de noche sin problemas, hoy padecen casos de inseguridad por sobrevivencia, como "el de una señora a la que asaltaron hace unos días saliendo del Wal-Mart donde le robaron ¡las bolsas de comida!".
Esto habla mal de lo que está ocurriendo hoy "porque estamos viendo robos por hambre", denunció el empresario.
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