domingo, 31 de mayo de 2009

SE EQUIVOCA CREEL


El senador Santiago Creel Miranda estuvo en Guadalajara el sábado y dijo que quienes promueven el voto nulo están realizando una “campaña anticívica”, contraria a cualquier principio democrático de participación del ciudadano.
Es momento de “tomar partido”, acuñó Creel, al tiempo que expresó su respaldo al candidato a diputado federal del distrito 10 de Zapopan, Francisco Ramírez Acuña.
La pregunta es ¿y dónde está la libertad del ciudadano?, si en los hechos es imposible aspirar a un cargo público, ya no digo en el caso de un simple mortal, incluso en el caso de militantes que conforman la base de un partido político.
¿Cuántos de los militantes que se la parten haciendo talacha en sus propios partidos llegan a ser considerados para alguna candidatura?
Ahí está el ejemplo en el PAN donde esta vez los allegados de Ramírez Acuña se hicieron de las mejores postulaciones, igual en el PRI donde no vacilaron en entregar buenas candidaturas a hijos y nietos de “priístas de abolengo” cual si fuera una monarquía donde el poder se hereda, o incluir allegados del exrector Raúl Padilla López, no sólo en el tricolor, también en el Partido Convergencia, en el PRD y hasta en el Social Demócrata.
Pregúntenle a Miguel Galán, el candidato gay aspirante a la presidencia municipal de Guadalajara y quien un buen tiempo logró apropiarse del espacio de Radio Universidad para transmitir programas exclusivos para la comunidad homosexual, como si ellos fueran los únicos excluidos en este país. ¿Y los demás grupos realmente marginados?, los indígenas, los niños de la calle, la Marías, los ancianos ¿por qué no tienen espacios exclusivos en la radio y menos tienen derecho a una candidatura en un partido político?
Si la democracia no da para acabar con la oligarquía de los partidos políticos y tampoco para exigir nuestros derechos más simples; como ver que se tapen los baches, que no se autoricen giros negros en zonas habitacionales, que se dejen de pagar elevados sueldos a funcionarios sin perfil ¡y con nuestros impuestos!
Lo único que nos dejan a los ciudadanos es ir a votar para que nuestro sufragio cuente, aunque nosotros mismos, al no ver una opción que valga la pena, lo anulemos.
Lo otro sería una huelga de pago de impuestos ¿qué prefiere don Santiago?

1 comentario:

  1. Nomás que no dejen la boleta en blanco.
    J. Herminio Jasso

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